ALERGIA A LA HUMEDAD
Alergia, moho y humedad
El moho es un tipo de hongo prácticamente imperceptible para el ojo humano que se reproduce en ambientes y climas de humedad, lluvia y viento.
Precisamente, lo que provoca la alergia a la humedad es la inhalación de las esporas que germinan de los mohos y flotan en el aire.
La multiplicación y expansión de los mohos tiene lugar mediante esporas que, debido a su tamaño microscópico, quedan suspendidas en el aire.
Cuando las esporas se asientan en una superficie, generan la aparición de nuevo moho y, con ello, la reproducción de nuevas esporas que quedarán flotando en el ambiente.
Contrariamente a otros alérgenos, su aparición no es estacional, sino que depende de las condiciones ambientales que se puedan dar tanto al aire libre como en espacios interiores.
Los mohos necesitan humedad para vivir y desarrollarse. Por esta razón debemos vigilar los niveles de humedad de nuestros ambientes interiores.
Lo ideal sería no exceder del 50-55%, con fluctuaciones dependiendo de la época del año y del clima específico del lugar. Cuando se sobrepasan estos niveles durante varios días suelen comenzar los problemas.
Productos útiles para la alergia a la humedad
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Otras sugerencias:
- Un buen aislamiento de la vivienda es esencial para controlar la humedad en los muros de la casa.
- Ventile adecuadamente la casa para evitar el exceso de humedad. En las zonas donde la producción de humedad es mayor, como puede ser el cuarto de baño o la cocina, la ventilación debe ser especialmente frecuente.
- En caso de necesidad se pueden emplear deshumidificadores para reducir la tasa de humedad en la vivienda.
- Los sistemas de climatización y de aire acondicionado doméstico también sirven para controlar la humedad.
- Por último aconsejamos vigilar con las plantas de interior y reducirlas o elegir especies que necesiten poco riego.