Viajar puede ser problemático para las personas alérgicas. Sin intención y de forma inesperada éstas pueden entrar en contacto con las sustancias que suelen provocarles reacciones alérgicas.
ÁCAROS DEL POLVO
Es muy frecuente que las personas alérgicas a los ácaros del polvo encuentren problemas de salud en hoteles con decoraciones que favorecen la acumulación de polvo y de alérgenos.
Colchones, almohadas y mantas sin fundas protectoras antiácaros muchas veces se acompañan a la presencia de moquetas, alfombras, muebles tapizados y amplias cortinas que propician la acumulación de grandes cantidades de ácaros.
ALERGIAS ALIMENTARIAS
También aquellos que sufren alergia a los alimentos suelen encontrar problemas a causa de la falta de información adecuada acerca de los ingredientes que componen las comidas y por falta de alternativas especiales pensadas para asegurar una oferta gastronómica adecuada para personas con este tipo de problemáticas.
POLEN Y HONGOS
Pensando a las personas con alergia al polen, los hoteles deberían prescindir por completo de aquellas plantas que habitualmente suelen provocar alergias como las gramíneas, el abedul, el ficus, etc.
En caso de decoraciones con plantas es aconsejable mantenerlas por hidroponía, pues este sistema de cultivo reduce el riesgo de creación de moho y esporas que podrían desencadenar reacciones alérgicas en las personas con alergia a hongos y humedad.
MASCOTAS
Las personas con alergias respiratorias pueden experimentar los síntomas como resultado del contacto con el pelaje de animales si su habitación de hotel ha sido previamente ocupada por un gato o un perro. En caso de aceptar estancias con animales domésticos, los hoteles deberían mantener separadas las habitaciones para personas alérgicas y las habitaciones para personas no-alérgicas. Los alérgenos desprendidos por animales domésticos pueden llegar a permanecer en el ambiente incluso más de seis meses. En consideración del bienestar de las personas con alergia a gatos, perros y otros animales domésticos, también se debería limitar el acceso de mascotas a las zonas comunes y al restaurante del hotel.
HOTELES PARA ALÉRGICOS
Un lugar público, como un hotel o un restaurante, nunca será un ambiente totalmente libre de alérgenos, pero la adopción de ciertos criterios de control ambiental puede fácilmente convertirlo en un espacio adecuado para las personas alérgicas.
Varios hoteleros están empezando a prepararse para acoger personas con alergias garantizando así el bienestar a sus clientes y aprovechando una buena oportunidad de negocio.
¡Esperemos sigan así y nos ofrezcan cada vez más opciones!