Cómo elegir sus fundas antiácaros para colchón, almohada y edredón: todo lo que hay que tener en cuenta para una buena elección.
Factores a tener en cuenta:
La primera preocupación a la hora de elegir nuestras fundas antiácaros debería ser su eficacia.
1- EFICACIA
Sabiendo que los alérgenos de los ácaros del polvo son partículas microscópicas que miden aproximadamente unas 10 micras, el tejido de las fundas debería tener poros de un tamaño inferior para no permitirles el paso.
A pesar de que los consumidores no tenemos medios para comprobar estas características, afortunadamente existen laboratorios especializados, dotados de tecnología especial, que se dedican a realizar pruebas de este tipo. Estos laboratorios son independientes y emiten certificaciones solo si comprueban que un producto cumple con todas las características necesarias de eficacia para las personas que padecen alergia.
Solo si elegimos productos certificados por instituciones reconocidas, podremos estar seguros de su eficacia.
2- CONFORT
Es imprescindible valorar la comodidad de las fundas. Estas tienen que ser suaves, transpirables y frescas para poder dormir cómodamente.
Las primeras fundas antiácaros estaban fabricadas con plástico u otros materiales impermeables rígidos y ruidosos como el PVC, de manera que resultaban muy incómodas para dormir, no dejaban transpirar y hacían sudar.
Actualmente, existen materiales transpirables y confortables de eficacia antiácaros demostrada.
3- RESISTENCIA Y DURACIÓN
El fabricante debería indicarnos cada cuánto tiempo es necesario cambiar la funda y a qué temperatura se puede lavar.
Siempre es preferible elegir fundas antiácaros que se puedan lavar en casa y a altas temperaturas, ya que los ácaros del polvo únicamente se pueden eliminar mediante lavados a una temperatura mínima de 60ºC.
4- PRECIO
Encontramos fundas antiácaros a precios muy variados. En general, podemos considerar que las fundas antiácaros son económicas, puesto que se pueden colocar en nuestros colchones, edredones y almohadas sin necesidad de cambiarlos.
Si los colchones son nuevos, las fundas antiácaros los protegerán, pues evitarán que los ácaros entren y aniden en ellos, alargando así su vida útil.
5- LIBRES DE QUÍMICOS
En el mercado están disponibles colchones y fundas antiácaros que incorporan tratamientos antibacterianos, antifúngicos y antiácaros.
Los tratamientos químicos que suelen perder eficacia con el tiempo y con los lavados.
Además, dado que existen productos totalmente naturales que son más eficaces, en nuestra opinión, siempre es preferible, sobre todo para las personas alérgicas y asmáticas, mantenerse lo más alejado posible de los productos químicos, especialmente cuando se trata de proteger la cama, donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
6- OTRAS CONSIDERACIONES
Algunas consideraciones de sentido común a tener en cuenta:
- Los cubrecolchones que se ajustan con elásticos en las esquinas y que no envuelven la parte posterior del colchón no son efectivos, pues cada vez que la persona se mueve en la cama, nubes de alérgenos salen por debajo del colchón y se levantan en el aire, siendo así inhalados por la persona alérgica. Es por ello, que tan solo recomendamos su utilización en el caso que debajo se encuentre la funda antiácaros.
Gracias por leer este informe. Esperamos que le sea de utilidad y le permita adquirir el producto óptimo para mejorar su estado de salud.